YouTube player

 

La Reanimación Cardio-Pulmonar (RCP) es un procedimiento de emergencia para salvar vidas que se realiza cuando alguien ha dejado de respirar o el corazón ha cesado de palpitar. Esto puede suceder después de una descarga eléctrica, un ataque cardíaco o ahogamiento.

La Reanimación Cardio-Pulmonar RCP combina respiración boca a boca y compresiones torácicas.

La respiración boca a boca suministra oxígeno a los pulmones de la persona (2 por cada 30 compresiones torácicas).
Las compresiones torácicas mantienen la sangre oxigenada circulando hasta que se puedan restablecer la respiración y las palpitaciones cardíacas (Series de 30 a una frecuencia de 100-120 por minuto, solo se dejara de realizar las compresiones cuando se este realizando la respiración boca a boca).

 

Se puede presentar daño permanente al cerebro o la muerte en cuestión de minutos si el flujo sanguíneo se detiene. Por lo tanto, es muy importante que se mantenga la circulación y la respiración hasta que llegue la ayuda médica capacitada. Los servicios de emergencia (como el 112) pueden guiarlo a través de este proceso.

Protocolo P.A.S.

La Reanimación Cardio-Pulmonar

 

Las siglas PAS (Proteger, Avisar y Socorrer) se conocen en el entorno de los servicios de emergencia como un protocolo de actuación que cualquier persona debe conocer y llevar a cabo ante la presencia de un accidente.

Proteger, Avisar y Socorrer son tres acciones básicas que todo el mundo puede realizar hasta que los profesionales lleguen al lugar.

Cuando somos testigos de un accidente, ya sea en casa, en la calle o en la carretera, lo primero que debemos hacer es mantener la calma y no dejar que los nervios se apoderen de nosotros y nos impidan actuar correctamente. Para eso está ideada esta conducta tan sencilla y fácil de recordar por sus siglas, para traernos a la mente rápidamente lo que debemos hacer.

PROTEGER el lugar del accidente: Es primordial hacer segura la zona del accidente para evitar que éste sea más grave o que se produzca un nuevo accidente. La seguridad es básica. 

AVISAR a los servicios de emergencia: Hay que pedir ayuda rápidamente a los servicios de emergencia llamando al “112“. Cuando avisemos, deberemos ser claros con nuestras indicaciones: Tipo de accidente (automóvil, caída, choque, …); lugar donde se ha producido; personas involucradas y su estado aparente, así como el estado de otros afectados en el accidente; posición y síntomas de los accidentados; si están atrapados y tipo de material del mismo; si hay productos contaminantes.

SOCORRER a las víctimas: Una vez que la zona esté asegurada y los servicios de emergencia estén de camino, es urgente ayudar a los accidentados. Además de una obligación moral, es una exigencia que se recoge tanto en el Código Penal como en el Reglamento General de Circulación. Haz sólo aquello de lo que estés seguro. Si no sabes primeros auxilios, a veces, una palabra de aliento o estar junto a ellos es suficiente mientras llegan los profesionales.

 

YouTube player

 

El DESA o DEA:

Si tiene conocimiento de la existencia de un DEA cercano, solicítalo inmediatamente.

 
Muchas emergencias cardíacas repentinas se relacionan con la fibrilación ventricular (ritmo cardíaco anormal y fatal). La desfibrilación, que se realiza aplicando una descarga al corazón con una dosis medida de electricidad, puede permitir que el corazón retome un ritmo normal.
 
La desfibrilación es el único tratamiento eficaz para la fibrilación ventricular. Si se aplica desfibrilación al inicio de la secuencia de resucitación, las personas que experimentan un ataque cardíaco tienen más probabilidades de sobrevivir.
 
Existen desfibriladores manuales tradicionales en vehículos de respuesta a emergencias, hospitales y otros centros de atención médica, pero se requiere formación y entrenamiento avanzado para su uso correcto y seguro

Los desfibriladores automatizados externos (DEA), en cambio, son pequeñas unidades que constan de:

  • Un pequeño computador que puede analizar el ritmo cardiaco e identificar aquellos ritmos que pueden tratarse con una descarga eléctrica
  • Una batería capaz de liberar una elevada cantidad de energía determinar si debe administrarse una descarga y aplicar la terapia eléctrica correspondiente.
  • Un sistema de luces, altavoces y voz grabada que guían al operador durante el proceso.

En realidad, la inmensa mayoría de estos aparatos son Semiautomáticos (DESA) pero la extensión del termino DEA hace que a veces se les denomine de esta forma (sin serlo realmente).

Los DESA han acercado a la comunidad un tratamiento que antes era muy especializado, han “democratizado” el acceso a la desfibrilación. Son usados en aviones, aeropuertos, casinos, gimnasios, Centros comerciales, hoteles, estadios, metro, piscinas, discotecas, etc. Así como contamos con un extintor para potenciales incendios en la casa, la oficina, o el automóvil, así deberían existir dispositivos de reanimación en aquellos lugares en donde podría ocurrir una parada cardíaca.

El uso de los DESA requiere poca capacitación por parte de la persona que atiende la emergencia y puede ser utilizado fácilmente por personas sin conocimientos de medicina. En España muchas comunidades autónomas tienen regulado su uso por personal no médico, requiriendo formación específica y reglada (en algunas comunidades siguiendo la metodología de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias y la Asociación Americana del corazón (SEMES-AHA); en otras la del Plan Nacional de Reanimación RCP (Consejo Europeo de Resucitación) y en otras la de cualquiera de estas sociedades. 

Caso real

YouTube player

 

Lo Nuevo en Reanimación Cardio-Pulmonar RCP

YouTube player

 

Aunque todavía no esta muy extendido, no tardaremos en ver ente nuevo aparato denominado Zoll Autopulse.

Como veis, realiza por si mismo la RCP.

Es posible que en muy poco tiempo veamos en nuestros servicios, un equipo que permita una RCP totalmente automatizada y que pueda ser utilizado por reanimadores no entrenados. 

La Reanimación Cardio-Pulmonar

La Reanimación Cardio-Pulmonar

Loading