Un sistemas de seguridad electrónicos está formado por un conjunto de elementos electrónicos, relacionados entre sí por una. adecuada instalación, que, a través de la información que nos proporcionan, contribuyen al incremento del nivel de seguridad de un determinado entorno.

Todo sistema o instalación electrónica o activa de seguridad, debe contar con los siguientes elementos esenciales:

  • De alimentación.
  • De detección.
  • De centralización.
  • De comunicación.
  • De interfaz con el usuario.
  • De Señalización.

Y aunque no son indispensables para el funcionamiento del sistema, otros como:

  • De actuación.
  • De integración.
  • Anti-sabotaje.

Que ayudan al sistema a se mas eficiente y menos vulnerable.

Alimentación

Sistemas de Seguridad Electrónicos.
Fuente de Alimentación con Batería.

Como todo equipo eléctrico o electrónico debe de contar. con un suministro eléctrico por lo que cada uno de sus componentes debe estar conectada. obligatoriamente a una fuente de alimentación y/o baterías, que garanticen su funcionamiento, durante el tiempo indispensable para las posibles actuaciones, tanto técnicas como humanas.

Al cortar el cable de alimentación de la central entrarían en funcionamiento los sistemas Aux. de alimentación (Baterías, generador, UPS, etc..), activándose una alarma de “Fallo de alimentación / Sabotaje”.

Al cortarse el cable de alimentación de algunos de los sensores se considerará directamente una alarma de sabotaje.

Detección

El detector o sensor es un dispositivo electrónico que produce una señal eléctrica, en función de la variación de una magnitud de temperatura, magnética, luz, presión, movimientos sísmicos de la tierra, sonido, etc.

Además los detectores son los componentes básicos del sistema electrónico de seguridad.

Son los que inician la alarma y su función es vigilar un área determinada, para transmitir una señal a la central de seguridad, cuando detecta una situación de alarma.

Sus funciones principales son:

  • Detección de intrusos en el interior y exterior.
  • Vigilancia óptica por fotografía o circuito cerrado de televisión (Ver Sistemas CCTV).
  • Control de accesos y tráfico de personas, paquetes, correspondencia y vehículos.
  • Intercomunicación por megafonía.
  • Protección de las comunicaciones.
  • Los detectores pueden ser de uso interior o exterior.

Tanto en uno como en otro pueden ser:

PUNTUALES: Protegen un punto, (la apertura de una puerta).

Sensor de Apertura o Contacto magnético (MK):

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Se trata de un interruptor de lengüeta activado por un campo magnético. 

Cuando los contactos están normalmente abiertos se cierran en la presencia de un campo magnético o cuando están normalmente cerrados se abren en presencia de un campo magnético.

Estos se ubican en la parte interior de la puerta o ventana para que no puedan ser manipulados desde el exterior.

Una de las partes (interruptor magnético) en el marco de la puerta o ventana y la otra (un imán) en la hoja.

Al separarlas se abre el circuito activando la alarma.

Para aumentar el nivel de seguridad se pueden alternar varios en el mismo dispositivo y incluso ir variando el estado (abierto, cerrado) de forma codificada. A este tipo de contactos se los denomina REED en el ámbito de la seguridad (Aunque este termino reed switch o relé reed  es usado en electrónica para denominar simplemente un interruptor de lengüeta o un interruptor eléctrico activado por un campo magnético).

Contactos Mecánicos (Micro-contactos) y Detectores de Presión: Utilizados como detector anti-hurto o robo al retirar el objeto al que se encuentran adheridos o al presionar sobre ellos. Como un pulsador de atraco, final de carrera o una alfombra de presión.

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LINEALES: Protegen una línea de puntos, (Un pasillo).

Barreras Infrarrojas, Láser y Microondas: Utilizadas como detector de presencia actúan al interrumpir el haz entre el emisor y el receptor.

SUPERFICIALES: Protegen una superficie (por ejemplo un cristal, una pared, etc.)

Sensor Inercial o Sísmico: Adherido a una superficie detecta cualquier vibración o movimiento al desplazarse en su interior uno de los polos abriendo el circuito y activando la alarma. Se suele instalar las paredes interiores de cámaras acorazadas, cajas fuertes y en lunas de cristal.

 

 

Detector Termovelocimétrico: Adopta el nombre de termovelocimétrico dado que en su interior alberga tres tipos de detectores seriados, uno de cambio de temperatura, un sísmico, y uno de movimiento.

 

VOLUMETRICOS: Son aquellos que protegen un volumen o área determinada.

Sensor de Presencia o Volumétrico (PIR): Este sensor detecta el movimiento y cambios de temperatura de un cuerpo, al pasar este de una zona de detección 0 a otra 1 por medio de infrarrojos. 

Fundamentalmente se utilizan tres tipos:

  • Pasivos (Infrarrojos).
  • Pasivos duales (los mas utilizados – Infrarrojos y microondas).
  • Activos (Ultrasónicos).

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Sensor Acústico: Se trata de micrófonos que detectan un tipo de frecuencia activando la alarma.

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Sistemas de CCTVUna Cámara de Seguridad puede actuar como un sensor de presencia, al tratar la señal de esta se pueden determinar cambios en la imagen en una parte determinada del campo de visión, actuando únicamente en la zona deseada por el usuario. (Ver Sistemas CCTV).

Comunicación

Los sensores y otros elementos del sistema de seguridad comunican con la central a través de cable o vía radio.

A través de Cable: Se conectan en serie un grupo de sensores a través de un circuito denominado lazo.

Cada Sensor o punto actúa como interruptor abriendo el circuito y la central actuara mostrando una alarma a través del monitor o display localizando el punto, guardando el evento en memoria, activando una alarma sonora y/o comunicando con el usuario o una CRA efectuando una llamada a través de la RTB (Red Básica de Telefonía), RDSI (Red cableada con el doble de capacidad de transmisión que la RTB), redes de Internet (Ver sección de Informática) o GSM (Red de telefonía móvil).

Vía Radio: El sensor se conecta con la centralita a través de diferentes frecuencias como la WIFI (Redes de Internet vía radio) u otras frecuencias codificadas. 

Uno de los aspectos mas importantes en la comunicación entre los equipos de seguridad, es la estandarización de los protocolos de comunicación, que permiten la interconexión de diferentes componentes ( premisa básica de la integración de sistemas de seguridad que veremos mas adelante), aunque esto aumenta la vulnerabilidad al estar estos mas al alcance del atacante. Por lo que surgen sistemas para evitar la interferencia de estos protocolos, cambiando continuamente de frecuencia u medio de transmisión de manera codificada (Concepto “roller code“).

 Al cortar el lazo o vía de comunicación o modificar el protocolo, entre los sensores y la central, se activará una alarma de sabotaje. 

Centralización

Los equipos electrónicos de seguridad (ya sean sensores, actuadores o interfaz de usuario) se conectan y comunican con una central encargada de actuar sobre estos para autorizar o proteger una zona y recibir señales de el estado de estos dispositivos e interpretarlos para detectar una intrusión, el sabotaje del propio sistema o del robo cualquier objeto conectado al sistema a través un sensor.

 

Central de Seguridad: Las centrales pueden ser (en función al tamaño de instalación), de consola que solo admite un determinado numero de lazos  y sensores (y que puede integrar varios componentes de interfaz con el usuario como teclado, pantalla, sirena o luz estroboscópica) o una placa madre o circuito impreso  se comunica con un de Software de Gestión instalado en un ordenador ya sea local o de forma remota.

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Además las Centrales de Seguridad pueden estar conectadas con un Central receptora de Alarmas (CRA), para la gestión remota de este tipo de sistemas.

Para conocer el funcionamiento de estas Centrales y los Servicios de Acuda (Pulse Aquí).

Una magnifica cualidad de la arquitectura de estas centrales, es que es idéntica a las centrales de Detección y Extinción de incendios, pudiendo combinarse entre ambas o sustituyendo los sensores por detectores de humo, gas, actuadores mecánicos, detectores de flujo, etc..

Interfaz con el usuario

Es cualquier elemento del sistema de seguridad encaminado a comunicarse con el usuario, ya sea un panel de leds, una sirena, o un software de gestión.

 

Interfaz Grafica: Son programas de gestión (ver sección de Informática) para interactuar con el sistema de Seguridad, diseñados para visualizarse en la pantalla de la propia central  o instalarse en móviles, táblets o PC para presentar un entorno mas grafico e intuitivo.

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Señalización

Estos dispositivos se encargan de informar del uso de los sistemas de seguridad como medida coercitiva o alertar de la de la presencia de intrusos o ladrones.

Sirena: Otro elemento esencial de los que suele ir siempre acompañada un centralita de seguridad, es de una sirena (para interior y/o exterior) con luces estroboscópicas, que aparte de señalizar y alertar sobre una alarma, pueden estar diseñadas para aturdir al intruso, tanto acústica como visualmente (mas adelante hablaremos de la interacción de las luces estroboscópicas con los nebulizadores de seguridad).

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Actuación

Es la instalación de dispositivos que permiten la actuación del sistema de seguridad sobre cualquier otro, ya sea propio o ajeno al mismo, como por ejemplo electro-cerraduras que permiten la apertura o cierre de puertas, o la actuación sobre sistemas de iluminación, climatización, etc..

YouTube player

Nebulizado de Seguridad:  Consiste en inundar la zona a proteger con una niebla especial, y disparar sirenas y luces estroboscópicas que aturden y desorientan a los intrusos. 

De estos dispositivos y de los sistemas de integración parte el concepto de la “Domótica“.

Integración

Estos equipos se instalan con la intención de fusionar los sistemas de un edificio (ya sean de intrusión, CCTV, protección contra incendios, control de accesos y otros) en uno solo. 

Anti-sabotaje

Son equipos destinados a la protección del propio sistema de seguridad, ya sean las por características constructivas de los propios equipos (metales de alta resistencia, cristales, plásticos, etc…), o de los equipos añadidos para su protección.

Tamper anti-apertura:  El mas común de los dispositivos anti-sabotaje es el Tamper (del ingles manoseo) anti-apertura, que no deja de ser un interruptor de lengüeta, que se activa al retirar la carcasa de plástico de los diferentes sensores de un sistema de seguridad.

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Anti-jamming o anti-inhibidores: El uso por parte de los ladrones o delincuentes de Inhibidores de Frecuencias o Jammers (aparato que evita las comunicaciones, saturando las frecuencias), que bloquea la llamada que hace la centralita a la CRA, a promovido que los fabricantes busquen una protección a estos aparatos.

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 Como los equipos de seguridad no pueden limpiar una frecuencia que esta saturada, se utiliza otro dispositivo (anti-inhibidores) o contramedida, que detecta las frecuencias que están saturadas y la centralita envía la señal a través de las que quedan libres.

Fiabilidad y Vunerabilidad al Sabotaje.

Según el diccionario de la real academia de la lengua española, describe el termino “fiabilidad” como “probabilidad del buen funcionamiento de algo”

Si extendemos el significado a sistemas, se dice que la fiabilidad de un sistema, es la probabilidad de que ese sistema funcione o desarrolle una función, bajo condiciones fijadas y durante un periodo de tiempo determinado, cuando un sistema no es fiable la probabilidad del mal funcionamiento es mayor y por tanto más vulnerable.

Un nº elevado de falsas alarmas nos indica claramente, que el sistema no funciona correctamente o bien no se han tenido en cuenta las características del entorno, climatología y de donde se ubican, etc.

El estudio de los pro´s y los contras de cada sistema, , nos permite aumentar la fiabilidad de los equipos a la vez que disminuir la vulnerabilidad.

En la actualidad, los sistemas de seguridad, son controlados a su vez por medio “anti-sabotaje” que lanzan una señal de alarma, ante cualquier intento de manipulación.

Los motivos más usuales de falsas alarmas suelen ser:

  • Errores en el sistema de seguridad.
  • Modificaciones estructurales después de la instalación.
  • Defectos de la propia instalación.
  • Deficiencias técnicas.
  • Inclemencias meteorológicas.
  • Presencia de animales de compañía o no.
  • Caída de objetos.
  • Sonidos o vibraciones, inusuales en el entorno del protegido.
  • El uso o manejo incorrecto por parte del usuario.

Planes de Mantenimiento

En cualquier instalación que necesitemos proteger no podemos olvidar nunca la importancia de llevar a cabo un mantenimiento del sistema de seguridad. En este post vamos a explicar en qué consiste el mantenimiento de un sistema de seguridad. Hablaremos de lo que son cada uno de los distintos tipos de mantenimientos existentes – mantenimiento correctivo y mantenimiento preventivo – y de las diferencias entre ellos.

El mantenimiento del sistema de seguridad implica realizar chequeos periódicos de todos los elementos que componen la instalación (cámaras, detectores, ordenadores, circuitos, sistemas de iluminación, etc.) para verificar que funcionan bien. Este sería el mantenimiento preventivo. A continuación, se corregirían o repararían los sistemas que no estén funcionando correctamente (mantenimiento correctivo).

Inciso (Opinión) : Análisis y reflexiones del art. 43 del RSP relativo a los mantenimientos. 

Análisis y reflexiones

Análisis y reflexiones del art. 43. Son muchos los comentarios e interpretaciones que se han realizado y se realizan sobre el artículo 43 del RSP, relativo a los mantenimientos, pero en muy pocas ocasiones me he encontrado con colegas que lo hayan leído y releído. En la mayoría de los casos se habla de oídas; desgraciadamente leemos poco la normativa de seguridad y la releemos menos.
 
Hay una corriente muy fuerte en nuestro sector que interpreta y reescribe este artículo con la que no coincido. 
 
Por este motivo, con el derecho a discrepar que a todos nos asiste y sin ánimo de polemizar, escribo estas líneas con el deseo de que hagan pensar al lector y que, sobre todo, le animen a releer la normativa que nos afecta.

 He tratado de ser aséptico en mis reflexiones sobre este art. 43 sin realizar interpretaciones y, lo que es más importante, contextualizándolo en el momento en el que fue publicado. 

Para ponernos en situación de cómo estaba la tecnología, debemos recordar que hasta finales de los años ochenta los únicos equipos de seguridad que se comercializaban estaban muy limitados. No discriminaban sensores, no daban ninguna información sobre parámetros técnicos del sistema y, por supuesto, no permitían ningún acceso remoto.
 
Sin embargo, alrededor del año 1990 empiezan a instalarse equipos micro-procesados. Estos sistemas estaban muy avanzados electrónicamente. Podían identificar cada sensor de forma individualizada, enviaban señales de avería, batería baja, fallo de red… Además permitían el acceso remoto al sistema.
 
Cuando se publicó el Reglamento de Seguridad Privada, en 1994, se venían instalando sistemas como los descritos en el último párrafo, pero había miles instalados sin ningún tipo de discriminación de sensores, que también seguían comercializándose. 
 
Con estos antecedentes, entramos en materia transcribiendo lo que dice el citado artículo: “Artículo 43: Revisiones.1. Los contratos de instalación de aparatos, dispositivos o sistemas de seguridad, en los supuestos en los que la instalación sea obligatoria o cuando se conecten con una central de alarmas, comprenderán el mantenimiento de la instalación en estado operativo, con revisiones preventivas cada trimestre, no debiendo en ningún caso transcurrir más de cuatro meses entre dos revisiones sucesivas. En el momento de suscribir el contrato de instalación o en otro posterior, la entidad titular de la instalación podrá, sin embargo, asumir por sí misma o contratar el servicio de mantenimiento y de realización de revisiones trimestrales con otra empresa de seguridad.
 
Si analizamos este punto, podemos observar cómo se dice: revisiones preventivas, sin especificar si son presenciales y/o remotas.
 
Pero cómo decía al principio, tenemos que contextualizar este artículo.

Contexto

Está claro que en 1994, año de publicación del Reglamento, las revisiones tenían que ser presenciales, pues aunque este término no se incluyera en la redacción del artículo, la mayoría de los equipos instalados no admitían más pruebas que las realizadas directamente sobre el sistema de seguridad, si bien es cierto que ya se instalaban equipos con acceso remoto.
 
No cabe duda de que hasta este punto hay que hacer cuatro revisiones presenciales al año.
 
Ahora bien, el punto 2 del artículo 43, en su redacción original, decía: “En los restantes casos o cuando las instalaciones permitan la comprobación del estado y del funcionamiento de cada uno de los elementos del sistema desde la central de alarmas, las revisiones preventivas tendrán una periodicidad anual, no pudiendo transcurrir más de catorce meses entre dos sucesivas.
 
”En este punto, y antes de continuar, por aquello de contextualizar, quisiera recordar a Severino González, quien fuera comisario jefe de la Unidad Central de Seguridad Privada de aquella época y uno de los padres del Reglamento. Él me hizo ver la trascendencia de la frase “En los restantes casos…”, pues lo que se pretendía con ella era que todos los sistemas de seguridad tuvieran la obligación de ser mantenidos aunque no existiera una conexión a una central receptora de alarmas (CRA), pues al fin y al cabo estas instalaciones también eran susceptibles de provocar la intervención policial.

Hecho este apunte, continuo con mi análisis. 

Aunque en el año 2009, con la publicación de la ley conocida como “Ley Ómnibus”, dicha expresión (“En los restantes casos”) desaparece y los sistemas de seguridad sin conexión a CRA quedan fuera del ámbito de la Seguridad Privada, no podemos disociarla de la que sigue a continuación (“o cuando las instalaciones permitan la comprobación…”), pues podríamos desvirtuar este punto 2 y dar lugar a interpretaciones improcedentes. Además este artículo no puede tener un significado hasta 2009 y otro diferente a partir de 2009 sin así especificarlo.
 
Analizamos más en detalle este punto 2. ¿Cuáles son los “restantes casos”? Si  el punto 1 de este artículo 43 se refería a los establecimientos obligados o a aquellos que estuvieran conectados a una central de alarmas, sólo queda como caso restante los establecimientos con sistemas de seguridad que ni están obligados a tener medidas de seguridad ni están conectados a una CRA. Es decir, las revisiones preventivas en estos establecimientos sin conexión a CRA tendrán una periodicidad anual como indica este punto 2.
 
A continuación, sigue diciendo este punto 2: “o cuando las instalaciones permitan la comprobación…”. Es decir, cuando las instalaciones cumplan con unos determinados requisitos se establece, al igual que las instalaciones incluidas en los “restantes casos”, que las revisiones preventivas tenga una periodicidad anual. (Nota: a estas instalaciones, aunque no me guste el término pero por abreviar, les voy a denominar “bidireccionales”. Este término se empezó a utilizar para definir a los nuevos equipos micro-procesados y que, entre otras virtudes, tenían la del acceso remoto.) 

En resumen y sin interpretación de ningún tipo, los puntos 1 y 2 de este artículo 43 dicen:

 Punto 1:
 
A. Instalaciones (no bidireccionales) obligatorias: revisiones trimestrales.
 
B. Instalaciones (no bidireccionales) conectadas a CRA: revisiones trimestrales.
 
Punto 2:
 
C. Instalaciones bidireccionales: revisiones anuales.
 
D. Instalaciones no conectadas a CRA: revisiones anuales. 
 
(Nota: incido en que a estas últimas instalaciones no se les exige ninguna característica especial.)
 
Así pues, nos encontramos que el punto 2 del artículo 43 determina las mismas condiciones de mantenimiento para “instalaciones bidireccionales (C)” y para las “instalaciones no conectadas a una CRA (D)”. En consecuencia, todo lo que se aplique, a efectos de  mantenimiento, a las “instalaciones bidireccionales (C)” hay que aplicárselo a las “instalaciones  no conectadas a una CRA (D)”.

Claro y coherente

 Con esta conclusión me hago la siguiente reflexión: ¿Es coherente imaginarse que el legislador, donde escribió: “las revisiones preventivas tendrán una periodicidad anual no pudiendo transcurrir más de catorce meses entre dos sucesivas”, en realidad quería decir: “las revisiones preventivas tendrán una periodicidad trimestral de las cuales al menos una se realizará presencialmente, pudiendo ser el resto bidireccionales y no pudiendo transcurrir más de cuatro meses entre dos sucesivas”?
 
Si aceptamos esta interpretación, debemos asumir que el legislador era muy parco en palabras y que, en realidad, sin ser consciente, lo que escribía no se ajustaba a lo que pensaba y, en consecuencia, tendríamos que reescribir el artículo para expresar sus pensamientos.
 
Pero imaginemos que efectivamente el legislador no entraba en esos pequeños detalles. Entonces si seguimos con este criterio debemos aplicar lo mismo a los dos casos que se recogen en el punto 2, instalaciones bidireccionales (C) e instalaciones no conectadas a CRA (D).

Y me pregunto de nuevo:

¿Cómo puede hacerse un mantenimiento bidireccional a un sistema de seguridad que no está conectado a una CRA y al que no se le exige que tenga acceso remoto?
 
Desde mi punto de vista, el contenido de este punto 2 es claro y no admite ninguna interpretación: si el sistema de alarma no está conectado, hágase un mantenimiento anual, que es lo que dice en origen, y si la instalación permite la comprobación del estado y del funcionamiento de cada uno de los elementos del sistema desde la central de alarma, igualmente hágase un mantenimiento anual. Y así se ha venido aplicando este artículo desde su publicación en 1994.
 
Además de ser claro, este punto es coherente. Este posicionamiento es coherente ya que en aquel tiempo, como decía al principio, se empezaban a comercializar equipos que transmitían mucha información técnica del estado de los elementos del sistema de seguridad y tenían suficientes zonas como para identificar cada sensor instalado, eran sistemas que informaban inmediatamente de cualquier fallo en el sistema.

Es lógico pensar que a mayor control del sistema se requiera menos mantenimiento preventivo.

Por completar lo que dice el artículo 43 recojo los puntos 3 y 4, que no entro a valorar por no ser relevantes en el tema que quería tratar:
 
“3. Las revisiones preventivas podrán ser realizadas por las entidades titulares de las instalaciones cuando dispongan del personal con la cualificación requerida, y de los medios técnicos necesarios”.
 
“4. Las empresas de seguridad dedicadas a esta actividad y los titulares de las instalaciones llevarán  libros-registro de revisiones, cuyos modelos se ajusten a las normas que se aprueben por el Ministerio de Justicia e Interior, de forma que sea posible su tratamiento y archivo mecanizado e informatizado”.
 
Para finalizar, recordar que, a fecha de hoy, el RSP vigente tiene rango superior a cualquier orden ministerial y, en consecuencia, nada publicado con posterioridad que tenga menor rango puede cambiar el contenido de éste.

 

Plan de Mantenimiento

Cualquier lugar que disponga de un sistema de seguridad conectado a una receptora de alarmas o con centro de control propio tiene que tener un documento escrito donde se establezcan los plazos de revisión y el alcance de las revisiones periódicas. Este plan de mantenimiento preventivo tiene que ser conocido por la organización, sobre todo, por los que sean responsables de seguridad. Y debe permitir saber en cada momento qué elementos se revisaron en cada inspección y cuáles fueron los resultados, así como las medidas correctivas que se adoptaron.

Mantenimiento del sistema de seguridad

La lista de elementos que deben comprobarse en los mantenimientos preventivos viene detallada en la Orden INT/316/2011, de 1 de febrero, sobre funcionamiento de los sistemas de alarma en el ámbito de la seguridad privada, además de añadirle un campo de observaciones con los resultados obtenidos, , así como fecha y firma de los responsables del plan de mantenimiento.

Si prevenimos posibles fallos del sistema de seguridad, estamos adelantándonos a situaciones indeseadas y que pueden tener un alcance dramático. Por ejemplo, si una de las cámaras o detectores del perímetro de seguridad no funciona, tenemos una importante brecha que puede ser utilizado por los intrusos para que entren en nuestras instalaciones sin que lo sepamos.

Mantenimiento de los sistemas informáticos

En cualquier sistema productivo que tengamos en nuestra empresa, los equipos informáticos juegan un destacado papel. Los equipos están controlados por ordenadores y software. Esto pasa también en los sistemas de seguridad. Tenemos que saber en todo momento que el equipo informático funciona correctamente. Y debemos hacer las copias de seguridad necesarias siguiendo un programa estricto, para prevenir posibles pérdidas de información como grabaciones de video con una caducidad máxima de 30 días, registros de alertas detectadas, fallos del sistema de seguridad, etc.

También debe contar con un buen sistema antivirus y antimalware. El mal funcionamiento de los equipos informáticos porque nos introduzcan algún virus o algún malware puede ser una brecha de seguridad de nuestro sistema. El ataque a nuestras instalaciones puede empezar de forma física, pero también por una intrusión informática.

Un ataque informático puede causar que partes del sistema de seguridad dejen de funcionar, pero también puede servir para borrar o robar información vital.

Mantenimiento correctivo del sistema de seguridad

El mantenimiento correctivo va encaminado a reparar o sustituir los elementos del sistema de seguridad que no funcionan correctamente. Es un sistema reactivo: algo no funciona y se repara o sustituye hasta que funcione bien. Solo se repara lo que se rompe. Hasta ese momento no se hace nada. Es un coste inesperado para la empresa y no se hace de forma planificada. Se corrige sin más cuando ocurre.

Mantenimiento preventivo del sistema de seguridad

En el mantenimiento preventivo sin embargo no actuamos de forma reactiva, sino que intentamos anticiparnos a los posibles fallos del sistema de seguridad y prevenimos que aparezca la avería. Sería algo parecido a los cambios de aceites y filtros que hacemos en nuestros coches: sirven para prevenir averías mayores.

Junto al mantenimiento preventivo, está tomando cada día más fuerza el mantenimiento predictivo. El equipo de seguridad emite ciertas alertas para que sepamos que una avería está a punto de suceder, para que la corrijamos y evitemos un mal mayor.

 

Mantenimiento del sistema de seguridad

El mantenimiento predictivo se adelanta a la avería del sistema. Nos indica que tenemos que hacer pequeñas correcciones o ajustes, como limpieza o sustitución de pequeñas piezas para evitar que ocurra una avería más cara y costosa.

 

Debemos ser proactivos con nuestro sistema de seguridad

Para el mantenimiento de un sistema de seguridad, debemos llevar a cabo una estrategia proactiva. No solo debemos mantener preventivamente y correctivamente. Además, tenemos que intentar llevar a cabo una estrategia de mejora conjunta para que la instalación incremente sus niveles de seguridad. Todo ello para que podamos confiar más en nuestro sistema.

Si llevamos a cabo un seguimiento de los fallos más recurrentes, podemos hacer una reingeniería del sistema para evitar más gastos y más errores en la instalación de seguridad.

Todo ello se puede enmarcar en la definición de los proyectos de seguridad que nos haga nuestra empresa instaladora.

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